RendimientoLas plataformas perfectas para jugar son las consolas, máquinas cuyos recursos están dedicados por entero al procesamiento de gráficos 3D. Pero jugar con un PC también es viable, sobre todo si el sistema dispone del hardware adecuado.
Los problemas empiezan cuando al uso lúdico se le suma el cotidiano. La instalación de cada vez más programas y servicios residentes en memoria acaba por afectar negativamente la velocidad y estabilidad del equipo.
Existen utilidades que prometen aumentar el rendimiento de los juegos a través de la desfragmentación de la memoria o el apagado de servicios. En ordenadores optimizados, su efecto es apenas perceptible. He ahí, entonces, la duda acuciante: ¿realmente son útiles?
Para comprobarlo, llevamos a cabo una prueba sencilla con 3dMark 06, una edición antigua -aunque todavía en uso- del programa de medición de rendimiento de Futuremark. 3dMark ejecuta una batería de pruebas gráficas en rápida sucesión, midiendo los fotogramas por segundo y arrojando una puntuación final.